Hay demasiados nombres, unos más feos que otros, otros ridículos (como el del hijo de Elon Musk y Grimes), pero nunca me había encontrado un nombre como
el que descubrirán a continuación, no es feo como Telesforo o ridículo como Batman o quemado como el de Bryan, simplemente es diferente
y nunca pensaste que pudiera existir, más cuando su diminutivo es Beto.
Aquí la historia.
P1: ¡Hola! ¿cómo te llamas?
P2: Me llamo Beto ¿y tu?
P1: ¿Alberto?
P2: No
P1: ¿Roberto?
P2: No
P1: ¿Gilberto?
P2: No
P1: ¿Humberto?
P2: No
P1: ¿Norberto?
P2: No
P1: ¿Rigoberto?
P2: No
P1: ¿Cutberto?
P2: No
P1: ¿Egberto?
P2: No
P1: ¿Dagoberto?
P2: No
P1: ¿Edelberto?
P2: No
P1: ¿Heriberto?
P2: No
P1: ¿Edilberto?
P2: No
P1: ¿Entonces?
P2: Me llamo Floriberto.
Algo similar sucedió en Zacualtipan Hidalgo, un saludo a Floriberto.
BTW: En Cristakar el señor que instala los quemacocos se llama Floriberto también.
Así que cuando te quejes de que tu nombre es feo, acuérdate del nombre de Floriberto.